El soluto, es aquel que se solubiliza y que se encuentra en menor proporción dentro de la solución.
Un ejemplo cotidiano donde agregamos un soluto constantemente, es en la preparación de un café para el desayuno. Durante este proceso de preparación, añadimos 1 o 2 cucharadas de café (soluto) a unos 200-250 mL de agua. Como se puede apreciar, la cantidad de café (soluto) es menor a la cantidad de agua (solvente) que se utiliza para preparar la disolución.