Sólida
El soluto puede incorporarse dentro de la estructura cristalina del disolvente mediante sustitución, reemplazando cada átomo del disolvente por un átomo del soluto, o bien de forma interticial, encajándose los átomos de soluto dentro del espacio que hay entre los átomos del disolvente.
Un ejemplo de disolución solida son las aleaciones metálicas, como el bronce.
Líquida
Si el disolvente es un líquido, entonces casi todos los gases, líquidos y sólidos se pueden disolver.
Un ejemplo de una disolución líquida es la gasolina.
Gaseosa
Si el disolvente es un gas, sólo los gases se disuelven bajo un conjunto dado de condiciones.
Un ejemplo de una solución gaseosa es el aire (oxígeno y otros gases disueltos en nitrógeno).